viernes, 22 de julio de 2011

MENSAJE PARA LOS JÓVENES.

El afamado escritor Rudyard Kipling refirió que “La juventud es algo más que una etapa de la vida, es una actitud mental frente a ella. Ser joven es tener temple en la voluntad, calidad y altura en la imaginación, vigor en las emociones”.

El trabajo académico con jóvenes tiene características especiales, ya que generalmente son inquietos, aguerridos, arrebatados e impetuosos y porque no decirlo, en algunos casos hasta rebeldes e irreverentes; sin embargo, la recompensa de la convivencia cotidiana con ellos, es altamente satisfactoria y estimulante, porque transmiten su vitalidad, su energía, su entusiasmo, su fuerza y eso, hace que ésa labor sea un gran privilegio y bien vale el esfuerzo.

Por tanto, la educación se ubica en un lugar preponderante para el desarrollo de la sociedad y en particular de los jóvenes, que en este momento son importantes protagonistas para el porvenir y en la medida en que estén preparados, en esa proporción podrán ser agentes activos en el progreso de su entorno e impulsar los cambios que se requieran para generar mejores niveles de bienestar.

La formación obtenida en las aulas, podrá abrirles las puertas de oportunidades exitosas, siempre y cuando apliquen los conocimientos adquiridos, con mayor razón si además de su instrucción académica, se les otorgaron herramientas importantes de desarrollo humano, basada en valores morales, cívicos y éticos para condicirse como personas responsables y respetuosas, porque al concluir, asumen un gran compromiso: servirle a la sociedad de manera ejemplar, como retribución de los estudios que la misma sociedad les otorgó.

Generalmente los sueños son los que preceden a las grandes empresas, pero para hacerlos realidad, se requiere perseverancia y un trabajo intenso y con profesionalismo. Evocando al destacado poeta Amado Nervo: cada joven puede ser si así se lo propone “El Arquitecto de su propio destino”. Para ello, tienen que dedicar todo su esfuerzo y empeño para lograr sus sueños.

La clave para enfrentar los difíciles retos de la vida, será la actitud que adopten. Si emplean una actitud positiva, optimista y triunfadora, tendrán mejores posibilidades de alcanzar sus objetivos y de construir templos a la virtud. Las grandes obras de la humanidad las han realizado las personas con actitud positiva, las que también han puesto el corazón entero en sus proyectos.

La disciplina es otra de las herramientas imprescindibles, porque no se puede alcanzar el éxito sin cultivarla y tampoco hay éxito duradero sin ella. Todo lo importante en la vida requiere disciplina.

Como colofón, un aspecto muy importe: Amar lo que se haga. Y qué mejor mensaje para los jóvenes, que el del extinto Facundo Cabral, quien fue una persona que amaba intensamente la vida y lo que hacía; una persona con una inspiración excepcional:

“Haz sólo lo que amas y serás feliz.

El que hace lo que ama está benditamente condenado al éxito, que llegará cuando deba llegar, porque lo que debe ser será y, llegará naturalmente.

No hagas nada por obligación ni por compromiso, sino por amor”.

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