El jueves en que fuimos felices

Otra más de mi nunca bien admirado Ciro Gómez Leyva, para esos pinches amargados que siempre quieren desvirtuar lo bonito. ¿Que fue fuera de LUGAR? Si ¿Y? Que no fue penal, Si ¿Y?........ DISFRUTEMOS Y MANDEMOS A LA CHINGADA A ESOS PINCHES AMARGADOS QUE SIEMPRE NOS NIEGAN EL SER FELICES AUNQUE SEA POR UN DÍA.

Sí, sí, apenas el martes escribí que dejáramos el futbol a la sección de deportes. Pero aquí estoy, porque veo a la gente en las calles y a mis compañeros de trabajo victoriosos con sus camisetas verdes. Jorge Valdano, el hoy olvidado filósofo del futbol, decía que este juego sirve para amigarnos con el otro y hacernos felices un rato. Punto.

Recibo una encuesta levantada tras el 2-0 a Francia. Seis de cada diez mexicanos aseguran ser ahora más felices. México ha sido alegre por un día. Se lo debemos a la selección. Y al futbol. Que se vayan al diablo los que intenten desvirtuar este espíritu señalando al opio, el comercialismo, las televisoras, la chingada. No entienden nada.

Y que este jueves se vayan a volar también mis colegas que se tiraban al piso el sábado y domingo, y trataban de servirse de la política, psicología, sociología, incluso la antropología, para explicarnos por qué somos tan malos, por qué casi siempre estamos a punto de ganar y no ganamos, por qué nunca derrotaremos a un “equipo grande”, como Francia.

Qué gusto recuperar después del 2-0 la frase publicada aquí hace unos días, escrita al pie del avión que nos llevó a Sudáfrica: “Le tengo fe a esta selección, la mejor que me ha tocado ver; y la veo desde 1966”. Sí, señor, la mejor.

México no es más virtuoso después de los goles del Chicharito y Cuauhtémoc. No es más grande o chico, pacífico o sangriento. Pero qué alegría.

Ya vendrán los uruguayos, argentinos, coreanos, griegos, gringos, a matarnos la sonrisa. Así es el juego. Pero el 2-0 de Polokwane no nos lo quita nadie. Jamás. Es nuestro, colectiva e íntimamente.

Y nos hará felices cada que lo recordemos.

gomezleyva@milenio.com


Chao Bye