martes, 14 de abril de 2009

Pobrecita.... se perdio el temor a Dios.

"No olviden nuestra cita hoy a las ocho de la noche, va a estar bueno"

¡Madrazo nunca dio la cara por mí!
Política cero
Jairo Calixto Albarrán


Para Oscar Arenas Aréchiga, Willimina, Tita y el señor licenciado don Oscar Alejandro

¡Qué pasa en Cádiz! El capitán Richard Phillips, hoy convertido en héroe por haber arriesgado la vida para salvar a la tripulación de su barco, tomado por asalto por los ya legendarios piratas somalíes —que luego fueran fulminados en una operación quirúrgica de ésas que suelen hacer cualquier día los de la PGR y la AFI, no se diga la policía defeña instalada en el estilo New’s Divine. Al entregarse en calidad de rehén a cambio de sus subalternos puso la vara muy alta para los estadistas que tripulan los destinos de las naciones. Ahora, ni modo, los Calderón, los Obama, los Zapatero y los Berlusconi van a tener que arriesgar el pellejo cada que haya una bronca para no quedar mal con la opinión pública, siempre ávida de héroes a los cuales endiosar. La jerarquía los orillará a exponerse como el capitán Phillips.
Claro, en México, nuestros políticos siempre encontrarán la manera de escurrir el bulto, como en el siguiente caso que paso a relatar:
Mariana Ríos, una escultural y muy potable actriz de telenovelas, explota contra Robertico Limonta Madrazo, con quien se le viera del brazo y por la calle, porque “nunca dio la cara por mí”. Ella alega que el rey de los maratones de cinco mil metros nunca desmintió las habladurías que la ligaban sentimentalmente con ella, cosa que la llevó a recibir acusaciones de buscona, quitamaridos y asalta geriátricos. Que por más que le pidió a tan insigne ex candidato tricolor que aclarara las cosas en el sentido de que lo suyo era mera onda platónica, él nomás se hizo pato. Algo que, por supuesto, no se le puede reprochar a Madrazo, que, seguramente, se sentía muy ufano disfrutando de fama de ligador y hasta padrote. Él no podía traicionarse a sí mismo; sería como exigirle a Gustavo Ponce Meléndez que en vez de ejercer su ludopatía en Las Vegas lo hubiera hecho en el Yak de Plaza Universidad.
Incluso, según revela Mariana Ríos en declaraciones a la revista TV y Novelas, descubre que al relacionarla con el tabasqueño y su circo de mapaches amaestrados, los pretendientes se le espantan.
Pobre Marianita. Pero de haber investigado al priista, sin duda habría llegado a la conclusión de que si nunca dio la cara por el Revolucionario Institucional, sobre todo después de haber sido apabullado en los comicios, menos iba a salirle lo caballero con ella.
Los políticos, Mariana, son como las rondas de las que hablaba Agustín Lara, hacen daño, dan pena y se acaba por llorar.jairo.calixto@milenio.com

Chao Bye

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