La Marcha Sicilia

Luis Cárdenas López.

Comenzaron 500 y llegaron más de 90 mil.

Fue la marcha del hartazgo, del luto, de lágrimas que se mezclaron con el coraje. Decía un tuitero: A las palabras les salieron pies y ahí están.

De inmediato hubo críticas políticas, ¿porqué no pedir la renuncia de Calderón?, argumenta una parte de la izquierda radical.

Las críticas del pesimismo: No lograrán nada. Es una catarsis social, y ya.

Pero algo se logró. De menos, dejar el testimonio del desacuerdo, al menos la propuesta de un pacto nacional, al menos el testimonio en la plaza pública de los muertos y desaparecidos a través de sus voces ceranas.

Seis puntos:

• Esclarecer asesinatos y desapariciones y nombrar a las víctimas
• Poner fin a la estrategia de guerra y asumir un enfoque de seguridad ciudadana.
• Combatir la corrupción e impunidad
• Combatir la raíz económica y las ganancias del crimen
• La atención de emergencia a la juventud y acciones efectivas de recuperación del tejido social
• Democracia Participativa

Se espera la respuesta de Calderón que le exigió Sicilia.

La respuesta de acción: O la salida de García Luna de la Policía Federal, o al menos, la justificación de que siga en el cargo, cargando, valga redundancia, cuarenta mil muertos.

Aunque, dice Gobernación que las autoridades no generan violencia.

Pero, los cercanos a los desaparecidos, todos, acusan a las autoridades: si no es de acción directa, si no es de ser sus secuestradores, de menos de la omisión en las investigaciones.

Porque la investigación inicia y concluye con la toma de ADN para avisarles cuando los encuentren muertos.

La marcha generará reacciones inmediatas, declaraciones estériles en su mayoría.

Pero, seguramente, tendrá repercusiones futuras… La noticia dio vuelta al mundo. La pregunta es si la clase política estará interesada en escuchar.