sábado, 27 de junio de 2009

LA MUJER INVISIBLE


Hoy me decidí escribir, pero la verdad, no sabía sobre que tema hacerlo. Entonces pensé en la edad. Tema complicado para mujeres y hombres, y casi con seguridad puedo decir que más complicado es para los hombres.
A cierta edad, después de los cuarenta, dicen algunos que nos convertimos en hologramas, nos hacemos invisibles, que en el teatro de la vida, nosotros como actores ya no somos protagonistas, que ahora el mundo es de los jóvenes.
Yo no sé si me habré vuelto invisible para el mundo, es muy probable. Pero nunca como ahora fui tan consciente de mi existencia, nunca me sentí tan protagonista de mi vida y nunca disfruté tanto de cada momento como ahora.
Ya no siento y pienso como cuando tenía 17 años, ¡claro está! ahora se que no soy la princesa del cuento de hadas y que no necesito que me venga a salvar un príncipe azul en su caballo blanco, por que ni soy una princesa, ni vivo en una torre, ni tengo a un dragón que me esté custodiando. Lo único cierto es que sí encontré a mi príncipe azul.
Soy sencillamente un ser humano que puedo dar sin pedir, pero también se que no tengo que hacer nada, ni dar nada que no me haga sentir bien.
A esta edad me puedo dar el lujo de no ser perfecta, de estar llena de defectos, de tener debilidades y de equivocarme. De gustarle a mi marido únicamente. Soy como soy y ya no tengo que responder a las expectativas de los demás.
¡Soy feliz a esta edad! y por si fuera poco, soy querida por muchas personas que me respetan y me quieren así como soy, si,… un poco loca, mandona y muchas veces terca. También cariñosa, platicadora y a veces por algún motivo, triste, por que también tengo mis momentos tristes, esos en que pongo mi cara larga y me da por llorar.
Se que cuando me miro al espejo ya no está esa mujer de piel joven, sin arruguitas, con la supermelena negra y ondulada, ahora me veo y me preocupo por aceptar unas arrugas de más, de planear la compra de alguna cremita que me ayude a seguir aceptado los cambios y saben que?... sonrío a la que soy hoy,... me alegro del camino andado. Dicen que me veo más joven, que parezco hermana de mis hijas y por supuesto que me halaga y me motiva a cuidarme porque también soy vanidosa como cualquier mujer.
¡Que bien! Ya aprendí a tener paciencia. Creo que esto es lo que tanto buscamos los seres humanos y tardamos tanto en encontrar: MADURAR.
Antes me preocupaba mucho estar bien con mis amigas o dejarlas de ver o hablar porque sentía que dejarían de serlo, ahora sé que mis amigas, las que los son realmente, se convierten en nómadas del mismo camino y que en cualquier momento nos encontramos y nos queremos.
Hoy sé que nadie es responsable de mi felicidad, solo yo!!! Y dar de mi felicidad a mi familia.
Hoy vivo la vida así como es, bonita con sus ires y venires, con sus ratos buenos y malos, con las preocupaciones de las hijas en las fiestas de noche, con los deliciosas comidas que hace Gilberto, con la falta de dinero a final de quincena, con sus puestas de Sol en el Casa Blanca, con su ruido incesante en el periférico, con los colibrís en mi balcón, con los almuerzos en el tianguis y miles de cosas más.
Y caigo en la cuenta que no, no soy una mujer invisible.

4 comentarios:

irreverente dijo...

Mi querida luna, tenía un buen rato que nadie ma agasajaba con una artículo tan bien escrito y llevado. Que manera de manejar el idioma y meter al lector en tu piel, en el sentir y hasta en el respirar. Me congratulo de ser tu compañero de blog y me compromete a escribir con la calidad y claridad que tu lo haces, felicidades por ir encontrando eso que le llaman madurez y que algunos o la mayoría jamás conoce.

Eduardo B. dijo...

Por su puesto que no eres invisible y ninguna mujer es invisible... todas son muy importantes en nuestras vidas... la vuelven mucho mas interesante...gracias por este articulo, me gusto mucho.

Saludos Luna.

Ricardo dijo...

Hay comadre, me diste en la torre, creo que me falta hacer un poco de dialogo conmigo mismo, me hiciste sentir vacio.

Gebusca dijo...

Mi querida Luna lunera, buena reflexión, que chido que en lugar de caer en la depre (como muchas anacronicas), te redescubres a cada minuto de la vida, la neta que yo pienso que los 40's son la edad mas cercana a la perfección, porque ya tienes experiencia y aún te quedan fuerzas, enhorabuena, buen artículo, pásala bonito y viejos los cerros y reverdecen.