Visitando el blog del Maestro Sergio Zurita, me encontré con esta belleza y no me quedo más que compartirla con ustedes.
Para mí, Ayn Rand es la mente literaria y filosófica más poderosa que aportó el siglo XX. Su novela El manantial es un prodigio cuyos alcances en mi vida y mi manera de ver el mundo aún no pueden ser medidos.
“Mi filosofía, en esencia”, escribió alguna vez esta gran mujer, “es el concepto del hombre como un ser heroico, con su propia felicidad como el propósito moral de su vida, con el éxito productivo como su actividad más noble, y la razón como su único absoluto”.
Nótese que dice “el hombre”, entendiendo por ello el hombre y la mujer, claro está. Pero ella no hace ghettos, mucho menos ghettos que la incluyan. De hecho, no creo que le agradara ni un poquito que se escriba de ella en el día internacional de la mujer. Seguramente, la invención de esta fecha le parecería condescendiente y hasta insultante. Y creo que tendría razón.
Pero no se trata de antagonizar con nadie en este momento, sino de hablar de ella -y no digo “recordarla” porque está más viva que muchos que caminan y respiran.
He aquí otra cosa que escribió: “Vine sola [a los Estados Unidos] después de graduarme en una universidad europea. Pasé tiempos difíciles, ganando mi sustento con trabajos sin importancia, hasta que pude conseguir el éxito financiero con mis textos. Nadie me ayudó, y no pensé en ningún momento que alguien tuviera el deber de hacerlo”.
¿Así o más contundente? Con frases así, se podría pensar en Ayn Rand como una persona absolutamente cerebral, de ésas que desprecian la sensualidad o la alegría misma.
Todo lo contrario. Uno de sus textos breves que más me han impresionado es el que escribió respecto a la muerte de Marilyn Monroe. Se llama “Por tu gran culpa”, y no le está hablando a Marilyn, sino a la sociedad que la mató. Los invito a que lo lean. Y después piensen si las mujeres que están en la grilla del día internacional de la mujer no forman parte de esa misma sociedad.
He aquí el link. Denle click si están dispuestos a estremecerse:
http://www.liberalismo.org/articulo/311/62/gran/culpa/
Sr. Zurita, gracias por existir y por enrriquecer mi vida con su inexorable sentido del humor.
Chao Bye.
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