lunes, 4 de mayo de 2009

Y ellos... ¿también se ponen a dieta?


Queridos amigos tochomorochianos, encantada de ser la única que escribe para éste blog, no sé que suceda, ni si leen las participaciones pero a mi me gusta escribir aunque sea para mi.

Este día les escribo sobre las dietas, sí! pero para ellos, los hombres (tan necesarios para nosotras).

Han de saber que no es igual una dieta para mujer que para un hombre.

Cuantas veces has oído en reuniones familiares o con los amigos el típico comentario de “Te sentó muuuyyy bien el matrimonio”, y no necesariamente lo dicen porque te veas tremendamente feliz, sino porque al paso de algunos meses, has subido algunos kilitos demás.
Quizá no todas las parejas pasen por la misma situación, quizá haya quienes se conserven tal y como el primer día de casados en cuanto a su peso, pues depende en gran medida de la complexión de cada persona, de la alimentación, de las actividades, en fin… del estilo de vida que lleve. Sin embargo, para quienes han experimentado cambios físicos a raíz de su vida matrimonial, un comentario de este tipo, no resulta muy alentador

Lo cierto es que la mejor manera que encuentra un hombre para bajar de peso es haciendo ejercicio o aumentando su rutina de ejercicios, pero pocas veces deja de comer o se somete a un plan alimenticio de adelgazamiento ¿La razón? Puede tener diversos fundamentos; quizá por costumbre, por comodidad, porque no le funcionan las dietas, porque es más fácil hacer ejercicio que dejar de comer o cambiar su hábito alimenticio, o incluso por aquello de que las dietas son “cosas de mujeres”.

La realidad es que un plan de adelgazamiento lo mismo es para hombres que para mujeres, simplemente se trata de ir con el especialista, es decir un nutriólogo, buscar la forma de que la dieta se adapte a tus actividades, gustos y costumbres de la nueva vida en pareja, pero sobre todo tener la fuerza de voluntad para bajar esos kilos demás, y así verte y sentirte bien.

Por lo pronto te damos algunas recomendaciones básicas que debes tener en cuenta en tu alimentación diaria.
Sigue una dieta equilibrada. Incluye alimentos de todos los grupos básicos.
Disminuye el aporte de grasas. Son ricas en calorías y por tanto debes controlar su ingesta, asegurándote una cantidad mínima diaria.
Condimenta los platillos con especias. Esto reduce calorías y evita condimentos grasosos como la mantequilla, aceite y salsas en general.
Evita el consumo de alimentos ricos en azúcares simples. Como la mermelada, cereales azucarados, pastelitos, caramelos, bebidas azucaradas, entre otros.
Incluye en tu dieta alimentos con fibra. Permite una reducción moderada del apetito, favorece el tránsito intestinal y disminuye la absorción del colesterol y azúcar.
Evita las bebidas alcohólicas y refrescos embotellados. El acohol en exceso no solo tiene efectos nocivos, también es rico en calorías. El refresco embotellado no tiene ningún valor nutritivo, solo calorías. Toma mucho líquido. El agua es parte fundamental de la alimentación y es rico en fibra. La mínima cantidad diaria es de 1 a 1 ½ litro, dependiendo del peso.
Cocina los alimentos sin usar grasa. Por ejemplo al vapor, al horno, hervido, a la plancha o crudo; puedes incluir hierbas aromáticas para obtener mejor sabor.
¡Y no olvides! Complementar tu dieta diaria con una actividad física aeróbica como correr.

Bye!

Aportación de: nosotros2.com

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